http://www.e-igualdad.net/sites/default/files/uso_TIC_def.pdf
Una mañana cualquiera del mes de noviembre de 2009 tecleas la palabra mujer en google y te encuentras con 31 millones de recursos relacionados con el término. Los recursos centrados en la belleza y el reclamo sexual para hombres se mezclan con aquellos relativos a los derechos de las mujeres y su reivindicación, y los que visibilizan la presencia de mujeres y de colectivos femeninos en distintos campos de la actividad humana.
Algo hemos avanzado porque hace relativamente poco tiempo aquellas webs que reflejan una visión estereotipada de las mujeres impedían ver en primer plano el resto. No obstante, la preeminencia del estereotipo femenino en la red resulta todavía evidente. No es de extrañar. La red, internet, el ciberspacio, no son sino un reflejo del mundo real, una construcción patriarcal que expande la realidad en una versión multiplicada. De lo bueno y de lo malo. De ahí que sea esencial una política estratégica de presencia y de transformación en internet desde una óptica de género.
Según el estudio del Observatorio del Centro e-Igualdad persiste una brecha digital de género. La primera de ellas aparece en el acceso a la tecnología (carácter cuantitativo). La segunda en la utilización que se hace de ella y marca el grado de incorporación efectiva a la misma (de mayor alcance y de carácter cualitativo). Finalmente, todo indica que existiría una tercera brecha digital de género, circunscrita al uso de los servicios TIC más avanzados (también de carácter cualitativo y de gran importancia para la evolución de las dos anteriores).
La cada vez mayor presencia de recursos en internet con capacidad de empoderar a las mujeres demuestra que, al menos en una primera fase, el colectivo de mujeres es consciente de la importancia de su presencia en la red. Y no como un mero recurso de visibilidad. También como un modo de facilitar el acceso de las mujeres a la formación, al empleo y, en general, a los recursos que multipliquen exponencialmente las posibilidades de desarrollo personal de las mujeres. El desarrollo de este tipo de recursos permitirá que las brechas vayan menguando.
Estos son los recursos web realizados en España que precisamente hemos querido destacar en esta publicación sobre buenas prácticas de TIC y Género, destacando recursos significativos en diversos campos de la actividad humana a través de unas fichas que resumen los contenidos de la web. Obviamente todas las que están son, pero no están todas las que son.
Una mañana cualquiera del mes de noviembre de 2009 tecleas la palabra mujer en google y te encuentras con 31 millones de recursos relacionados con el término. Los recursos centrados en la belleza y el reclamo sexual para hombres se mezclan con aquellos relativos a los derechos de las mujeres y su reivindicación, y los que visibilizan la presencia de mujeres y de colectivos femeninos en distintos campos de la actividad humana.
Algo hemos avanzado porque hace relativamente poco tiempo aquellas webs que reflejan una visión estereotipada de las mujeres impedían ver en primer plano el resto. No obstante, la preeminencia del estereotipo femenino en la red resulta todavía evidente. No es de extrañar. La red, internet, el ciberspacio, no son sino un reflejo del mundo real, una construcción patriarcal que expande la realidad en una versión multiplicada. De lo bueno y de lo malo. De ahí que sea esencial una política estratégica de presencia y de transformación en internet desde una óptica de género.
Según el estudio del Observatorio del Centro e-Igualdad persiste una brecha digital de género. La primera de ellas aparece en el acceso a la tecnología (carácter cuantitativo). La segunda en la utilización que se hace de ella y marca el grado de incorporación efectiva a la misma (de mayor alcance y de carácter cualitativo). Finalmente, todo indica que existiría una tercera brecha digital de género, circunscrita al uso de los servicios TIC más avanzados (también de carácter cualitativo y de gran importancia para la evolución de las dos anteriores).
La cada vez mayor presencia de recursos en internet con capacidad de empoderar a las mujeres demuestra que, al menos en una primera fase, el colectivo de mujeres es consciente de la importancia de su presencia en la red. Y no como un mero recurso de visibilidad. También como un modo de facilitar el acceso de las mujeres a la formación, al empleo y, en general, a los recursos que multipliquen exponencialmente las posibilidades de desarrollo personal de las mujeres. El desarrollo de este tipo de recursos permitirá que las brechas vayan menguando.
Estos son los recursos web realizados en España que precisamente hemos querido destacar en esta publicación sobre buenas prácticas de TIC y Género, destacando recursos significativos en diversos campos de la actividad humana a través de unas fichas que resumen los contenidos de la web. Obviamente todas las que están son, pero no están todas las que son.
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