Sr. Malcolm Johnson
Director de la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones
de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)
Actualmente es imposible pensar en un mundo sin tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC). Su uso cada vez más generalizado ha cambiado la vida de mucha gente e impulsado el crecimiento económico, pero su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sigue creciendo. No obstante, el uso de las TIC brinda grandes oportunidades de reducir estas emisiones, sobre todo en industrias como las de generación de energía, eliminación de desechos, construcción y transporte. Las TIC también reducen necesidades en el sector manufacturero al reemplazar bienes materiales por productos virtuales, como las descargas de música en línea. Por medio de las TIC se pueden celebrar reuniones virtuales (para reemplazar o reducir viajes) y crear sistemas de transporte inteligentes para disminuir las emisiones y la congestión vehicular. Las TIC son parte de mallas eléctricas inteligentes que ayudan a distribuir y usar la energía de manera más eficiente y a integrar fuentes de energía renovables. Sobre ellas se sustentan proyectos de gobernanza, salud y educación electrónicos que logran llegar a muchos más miembros de la comunidad; además, son muy útiles en el monitoreo ambiental y climático, incluido el pronóstico del tiempo, y fundamentales para las comunicaciones de alerta temprana y mitigación en caso de catástrofes.
Las TIC son esenciales para ayudar a los países a adaptarse y prepararse
Para adaptarse al cambio climático es preciso tomar medidas para mitigar sus efectos y planificar para el futuro. Además de impartir educación e información mediante transmisiones, Internet y demás medios, cabe mencionar la importancia del monitoreo remoto de la Tierra por satélite y sensores en el suelo y los mares. Esto puede servir, por ejemplo, para extraer datos sobre deforestación o patrones de cultivos que indican una posible escasez de alimentos. Además, las TIC son vitales cuando se trata de advertir sobre desastres naturales que pueden sobrevenir como consecuencia del cambio climático, así como para hacer frente a sus efectos, al permitir que los equipos humanitarios respondan de distintas maneras.
El papel y las actividades de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
Los países en desarrollo suelen estar más expuestos a las catástrofes naturales y más necesitados de los sistemas modernos de alerta temprana y mitigación. En su Conferencia de Plenipotenciarios celebrada en México en 2010, la UIT aprobó una resolución sobre el papel de las telecomunicaciones y las TIC en el cambio climático y la protección del medio ambiente, donde se señala la necesidad de prestar asistencia a los países en desarrollo en esta materia y se encarga a la UIT que trabaje con otras partes interesadas para desarrollar herramientas que contribuyan a este objetivo. La UIT también ha realizado cinco simposios sobre TIC, medio ambiente y cambio climático, que forman parte de su visión para tomar medidas sobre este tema. Además, la UIT asesora a los gobiernos sobre el establecimiento de marcos normativos y jurídicos pertinentes y puede ayudar a trazar planes nacionales de telecomunicación en caso de emergencia. Además ofrece asesoría para incorporar los planes generales para el sistema de comunicaciones de un país en los planes nacionales de adaptación al cambio climático. Una de las tecnologías más poderosas para hacer frente al cambio climático es la banda ancha. En mayo de
2010, la UIT, junto con la UNESCO, creó la Comisión sobre Banda Ancha para el Desarrollo Digital, compuesta por líderes de alto nivel, cuyo objetivo es promover su difusión. La Comisión tiene varios grupos de trabajo, incluido uno sobre el cambio climático.
Estándares y medición
La UIT cumple un papel muy importante en limitar las emisiones de GEI mediante el establecimiento de estándares técnicos para limitar y reducir los requerimientos de energía de los equipos y servicios de TIC y asegurar la interoperabilidad de equipos y redes vitales de TIC. Un ejemplo es el estándar mundial adoptado por la UIT para el cargador universal energéticamente eficiente para celulares, que podría eliminar la necesidad de fabricar hasta 82.000 toneladas de cargadores redundantes al año y al menos 13,6 millones de toneladas de emisiones de CO2. En 2010, el grupo de estudio 5 del sector de normalización de la UIT comenzó el proceso de aprobación de un nuevo estándar que establece un marco para evaluar los efectos ambientales de las TIC y esboza metodologías para evaluar estos impactos en cuanto a bienes, redes y servicios, así como su uso en organizaciones, ciudades e incluso países. Estas metodologías transparentes, que se desarrollan en estrecha cooperación con la UNFCCC, debieran poder usarse en el futuro para hacer comparaciones valiosas de emisiones relacionadas con las TIC, lo que podría facilitar la inclusión de proyectos de TIC en el marco del mecanismo de desarrollo limpio o su sucesor.
Disponible en:
http://www.eclac.org/socinfo/noticias/paginas/9/30389/newsletter14.pdf
Director de la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones
de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)
Actualmente es imposible pensar en un mundo sin tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC). Su uso cada vez más generalizado ha cambiado la vida de mucha gente e impulsado el crecimiento económico, pero su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sigue creciendo. No obstante, el uso de las TIC brinda grandes oportunidades de reducir estas emisiones, sobre todo en industrias como las de generación de energía, eliminación de desechos, construcción y transporte. Las TIC también reducen necesidades en el sector manufacturero al reemplazar bienes materiales por productos virtuales, como las descargas de música en línea. Por medio de las TIC se pueden celebrar reuniones virtuales (para reemplazar o reducir viajes) y crear sistemas de transporte inteligentes para disminuir las emisiones y la congestión vehicular. Las TIC son parte de mallas eléctricas inteligentes que ayudan a distribuir y usar la energía de manera más eficiente y a integrar fuentes de energía renovables. Sobre ellas se sustentan proyectos de gobernanza, salud y educación electrónicos que logran llegar a muchos más miembros de la comunidad; además, son muy útiles en el monitoreo ambiental y climático, incluido el pronóstico del tiempo, y fundamentales para las comunicaciones de alerta temprana y mitigación en caso de catástrofes.
Las TIC son esenciales para ayudar a los países a adaptarse y prepararse
Para adaptarse al cambio climático es preciso tomar medidas para mitigar sus efectos y planificar para el futuro. Además de impartir educación e información mediante transmisiones, Internet y demás medios, cabe mencionar la importancia del monitoreo remoto de la Tierra por satélite y sensores en el suelo y los mares. Esto puede servir, por ejemplo, para extraer datos sobre deforestación o patrones de cultivos que indican una posible escasez de alimentos. Además, las TIC son vitales cuando se trata de advertir sobre desastres naturales que pueden sobrevenir como consecuencia del cambio climático, así como para hacer frente a sus efectos, al permitir que los equipos humanitarios respondan de distintas maneras.
El papel y las actividades de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
Los países en desarrollo suelen estar más expuestos a las catástrofes naturales y más necesitados de los sistemas modernos de alerta temprana y mitigación. En su Conferencia de Plenipotenciarios celebrada en México en 2010, la UIT aprobó una resolución sobre el papel de las telecomunicaciones y las TIC en el cambio climático y la protección del medio ambiente, donde se señala la necesidad de prestar asistencia a los países en desarrollo en esta materia y se encarga a la UIT que trabaje con otras partes interesadas para desarrollar herramientas que contribuyan a este objetivo. La UIT también ha realizado cinco simposios sobre TIC, medio ambiente y cambio climático, que forman parte de su visión para tomar medidas sobre este tema. Además, la UIT asesora a los gobiernos sobre el establecimiento de marcos normativos y jurídicos pertinentes y puede ayudar a trazar planes nacionales de telecomunicación en caso de emergencia. Además ofrece asesoría para incorporar los planes generales para el sistema de comunicaciones de un país en los planes nacionales de adaptación al cambio climático. Una de las tecnologías más poderosas para hacer frente al cambio climático es la banda ancha. En mayo de
2010, la UIT, junto con la UNESCO, creó la Comisión sobre Banda Ancha para el Desarrollo Digital, compuesta por líderes de alto nivel, cuyo objetivo es promover su difusión. La Comisión tiene varios grupos de trabajo, incluido uno sobre el cambio climático.
Estándares y medición
La UIT cumple un papel muy importante en limitar las emisiones de GEI mediante el establecimiento de estándares técnicos para limitar y reducir los requerimientos de energía de los equipos y servicios de TIC y asegurar la interoperabilidad de equipos y redes vitales de TIC. Un ejemplo es el estándar mundial adoptado por la UIT para el cargador universal energéticamente eficiente para celulares, que podría eliminar la necesidad de fabricar hasta 82.000 toneladas de cargadores redundantes al año y al menos 13,6 millones de toneladas de emisiones de CO2. En 2010, el grupo de estudio 5 del sector de normalización de la UIT comenzó el proceso de aprobación de un nuevo estándar que establece un marco para evaluar los efectos ambientales de las TIC y esboza metodologías para evaluar estos impactos en cuanto a bienes, redes y servicios, así como su uso en organizaciones, ciudades e incluso países. Estas metodologías transparentes, que se desarrollan en estrecha cooperación con la UNFCCC, debieran poder usarse en el futuro para hacer comparaciones valiosas de emisiones relacionadas con las TIC, lo que podría facilitar la inclusión de proyectos de TIC en el marco del mecanismo de desarrollo limpio o su sucesor.
Disponible en:
http://www.eclac.org/socinfo/noticias/paginas/9/30389/newsletter14.pdf
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