Artículo escrito por: Javier de Pedro Carracedo (2009)
Los desastres naturales, junto con los motivados por la acción del hombre, contribuyen hoy en día al deterioro del desarrollo sostenible. Cerca del 75% de la población mundial se encuentra en situación de riesgo ante desastres provocados por fenómenos naturales. Las estimaciones mundiales apuntan a que el crecimiento urbano, la degradación ambiental y el calentamiento global amplificarán el impacto de las catástrofes naturales. La pérdida de vidas humanas, la destrucción de medios de subsistencia y la devastación de áreas naturales son algunas de las secuelas que se revelan en aquellos países con alto índice de huracanes, terremotos o conflictos bélicos. Es más, las regiones más desfavorecidas se muestran especialmente vulnerables a este tipo de situaciones.
El acceso a la información es esencial en todas las fases derivadas de una emergencia. En el caso concreto de grandes catástrofes, el acceso a la información es tan importante como la disponibilidad de agua potable, alimentos o albergues, y resulta trascendental si lo que se pretende es salvar vidas.
Por lo tanto, las oportunidades que brindan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) dan cumplida respuesta a las necesidades de información que requieren las
situaciones de emergencia (víctimas, equipos de emergencia, organizaciones humanitarias, administraciones públicas, etc.). En particular, la telefonía móvil proporciona un inmenso potencial en aquellas regiones más desprotegidas, donde su índice de penetración ha crecido exponencialmente en los últimos años. En cualquier caso, ante situaciones críticas el despliegue de estas redes fortalece la eficacia de los protocolos de actuación.
Las nuevas tecnologías se manifiestan antes, durante y después de las catástrofes, lo que resulta especialmente favorable para el auxilio de vidas humanas. De hecho, el éxito de las tareas de rescate depende en gran medida de la disponibilidad de información actualizada sobre el desarrollo de la situación.
Es cierto que muchas veces los daños ocasionados por los desastres naturales afectan a las redes de telecomunicaciones terrestres, si bien las comunicaciones por satélite, incluso las redes inalámbricas, garantizan la continuidad de las transmisiones. (...)
Más información en:
http://www.redusoi.org/docs/publicaciones/P11-Las%20TIC%20en%20la%20prevencion%20de%20desastres%20naturales.pdf
Los desastres naturales, junto con los motivados por la acción del hombre, contribuyen hoy en día al deterioro del desarrollo sostenible. Cerca del 75% de la población mundial se encuentra en situación de riesgo ante desastres provocados por fenómenos naturales. Las estimaciones mundiales apuntan a que el crecimiento urbano, la degradación ambiental y el calentamiento global amplificarán el impacto de las catástrofes naturales. La pérdida de vidas humanas, la destrucción de medios de subsistencia y la devastación de áreas naturales son algunas de las secuelas que se revelan en aquellos países con alto índice de huracanes, terremotos o conflictos bélicos. Es más, las regiones más desfavorecidas se muestran especialmente vulnerables a este tipo de situaciones.
El acceso a la información es esencial en todas las fases derivadas de una emergencia. En el caso concreto de grandes catástrofes, el acceso a la información es tan importante como la disponibilidad de agua potable, alimentos o albergues, y resulta trascendental si lo que se pretende es salvar vidas.
Por lo tanto, las oportunidades que brindan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) dan cumplida respuesta a las necesidades de información que requieren las
situaciones de emergencia (víctimas, equipos de emergencia, organizaciones humanitarias, administraciones públicas, etc.). En particular, la telefonía móvil proporciona un inmenso potencial en aquellas regiones más desprotegidas, donde su índice de penetración ha crecido exponencialmente en los últimos años. En cualquier caso, ante situaciones críticas el despliegue de estas redes fortalece la eficacia de los protocolos de actuación.
Las nuevas tecnologías se manifiestan antes, durante y después de las catástrofes, lo que resulta especialmente favorable para el auxilio de vidas humanas. De hecho, el éxito de las tareas de rescate depende en gran medida de la disponibilidad de información actualizada sobre el desarrollo de la situación.
Es cierto que muchas veces los daños ocasionados por los desastres naturales afectan a las redes de telecomunicaciones terrestres, si bien las comunicaciones por satélite, incluso las redes inalámbricas, garantizan la continuidad de las transmisiones. (...)
Más información en:
http://www.redusoi.org/docs/publicaciones/P11-Las%20TIC%20en%20la%20prevencion%20de%20desastres%20naturales.pdf
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